Si necesita medicamentos rápidamente y su farmacia está cerrada, puede acudir a una farmacia de guardia en caso de urgencia. Esta farmacia está de guardia toda la noche, los días festivos y los domingos, de día y de noche, las 24 horas del día. Este sistema se establece para garantizar el acceso a los medicamentos a quienes los necesitan en una farmacia abierta en horarios no habituales.
El servicio de farmacia de guardia se organiza entre varios farmacéuticos para responder a solicitudes urgentes, tras la prescripción del médico de guardia o de un servicio hospitalario de urgencia. La cruz verde de la farmacia de guardia se enciende durante el servicio.
Para beneficiarse de la dispensación de productos farmacéuticos durante los periodos de urgencia y de guardia, el farmacéutico le pedirá una receta médica, su «carte vitale» y su seguro médico.
La farmacia de guardia está dispuesta a escucharle y darle todos los consejos que necesite para su buena salud. Al dispensar los medicamentos, el farmacéutico debe informar sobre los productos sanitarios y aconsejar sobre su correcta utilización.
El farmacéutico es el único que puede juzgar la urgencia de su solicitud de medicamentos, la prescripción se recomienda ir a la farmacia de guardia de su zona, pero también es posible ir allí si tiene un dolor de muelas, por ejemplo, y quiere conseguir medicamentos sin receta para aliviar el dolor.
El farmacéutico puede dejar su persiana abierta mientras está de guardia o cerrada con la posibilidad de tocar el timbre, ya que algunas personas abusan del servicio de guardia para hacer compras nocturnas.
La comisaría de policía, el ayuntamiento o tu farmacia habitual pueden darte el número y la dirección de las farmacias de guardia cercanas a tu domicilio. También puede encontrar esta información directamente en Internet.